viernes, 30 de julio de 2010

Dilema


Fue dilema de los sabios el saber cuándo hablar y cuándo callar. Twitter terminó con el dilema. Y no encuentro sabios conectados.


Soap&Skin





Como en el caso de Bat for Lashes, Soap&Skin es el proyecto musical (experimental) de una señorita solista (rara), en este caso la austríaca Anja Plaschg.
Como corresponde a su condición de músico/poeta/artista integral, Anja ejecuta más de un instrumento y participa de una poética oscura, que no le impidió hacerse bastante conocida en Austria, Alemania y Francia especialmente.
Su música tiene parentescos con la de Björk o Regina Spektor, pero también con la de músicos clásicos como Rachmaninov o Schubert.
Ella no es muy explícita a la hora de referirse a su estilo o a su personalidad. Antes de cada entrevista entrega una hoja donde figuran los temas que no deberán preguntarle, entre ellos "¿de dónde sale el nombre Soap&Skin?". A lo sumo se referirá a su colección de insectos...

jueves, 29 de julio de 2010

La magia existe



"La ficción es la verdad dentro de la mentira, y la verdad de la ficción es bastante sencilla: la magia existe".

Stephen King


miércoles, 28 de julio de 2010

Un D10s cretino


Relicario del cabello de Maradona (Nápoles), de emanelcaffé (Flickr)

La mujer dijo “Maradona es un cretino”

La otra le preguntó “¿por qué? ¿qué le hizo a ella? ¿qué le hizo a los mexicanos, de los que siempre habló con respeto?”

Luego de mucho pensar, la primera contestó “metió un gol con la mano”


Hay personajes que trascienden el cuerpo de la persona a partir de la cual se originan. Esos personajes son llamados héroes, mitos, construcciones colectivas, espíritus de una época o lugar, dependiendo de la pluma de quien los nombre. Incluso a Maradona se lo llama Dios, con la grafía particular que se asocia con el número de su camiseta, que es también el de la perfección: “D10s”.

Maradona es mucho más grande y diverso que ese hombre que se llama Diego Maradona y que nació hace casi 50 años.

Kusturica, en el genial y caótico documental que realizó sobre Diego Maradona, afirma en un momento “¿quién dijo que la normalidad es una condición necesaria para el amor?”. No lo es, ciertamente, y más aun: en el caso del héroe popular se ama lo no es lo normal, sino lo excesivo. ¿Cómo se puede pretender que una persona que nace en la pobreza más anónima y llega a ser el apellido más conocido del mundo se comporte como una persona “normal”?

En principio se lo amaba porque jugaba de manera mágica. Porque alcanzó el éxito desde la nada. Porque resucitó virtualmente luego de mil caídas. Porque dice lo que casi todos piensan y no se animan a decir por falta de valor o medios. Porque, de paso, acaricia valores burgueses como el amor a sus padres y sus hijas.

También se lo odia porque es imprevisible y contradictorio. Porque se comporta con cierta prepotencia surgida de una vanidad muy alimentada. Porque hace alianzas (es utilizado) por líderes políticos impresentables. Porque cae en las miserias del vicio recurrentemente. Porque es un “negrito bruto con plata”.

Es permitido amarlo u odiarlo, o ambas cosas al mismo tiempo. Lo que amamos u odiamos en él habla más que nada de nosotros mismos.

Se tiende a compadecerlo tanto como a complacerlo. Pero es imposible ignorarlo. “A mí no me interesa lo que haga o diga Maradona”, es algo que sólo se dice de Maradona.

Todos agregamos algo al héroe, que resulta un gigante hecho de la argamasa del pueblo donde cumple sus hazañas. Maradona no puede ser comprendido en México de la misma manera que Cantinflas no puede ser comprendido en Argentina, e incluso Maradona en Nápoles no puede ser totalmente decodificado por un argentino. En la piel del héroe se escriben episodios de la historia de su pueblo, de sus ambiciones, restricciones, reclamos y represiones. Maradona es un fragmento de la Patria, un soporte físico para valores y desvalores en los cuales nos vemos todos reflejados. Hay otros, pero ninguno como él, sobre todo porque es presente.

Maradona no es ni bueno ni malo: hace maravillas y comete errores excesivos. No es un modelo (advertencia a los que hacen permanentemente la exégesis moral de Diego); es lo que le corresponde: un personaje. Cumple con la marca de su destino, que le otorga el fuego que lo hace brillar y que consume la vida personal que debe haber ansiado tener por momentos. Maradona cuando duerme seguramente se sueña anónimo, gordo sin presiones, hombre de barrio y de familia, normal, en fin.

Cuando un argentino dice, a modo de oración: “yo lo banco a Maradona”, está afirmando que se anima a asomarse al espejo amplificado de su propia identidad. Esa que, no casualmente, se hace símbolo en la celeste y blanca.

Reportes alternativos del clima



Hay un sol sucio que carga sobre sus espaldas una mañana confusa, manchadas sus rodillas de nubes, distraído su ánimo, ausente su luz.

En el cielo de papel secante se extiende una mancha de tinta. Sobre el horizonte, un telón de lluvia negra se acerca al sur como ominosa condena.

El cielo se cierra y se intimida; el universo es más pequeño hoy, como una habitación en la que conviene quedarse bajo las cobijas.

Es uno de esos días en los cuales es imposible preservar una tristeza. Resplandece.

La calle es la garganta de un demonio que traga a los hombres condenados a la rutina.

El blanco, luto oriental, tiñe el paisaje que congela las palabras de los paseantes.

martes, 27 de julio de 2010

Arcade Fire



Acá hay una serie de referencias cruzadas, posibles gracias a este Babel que es internet.
"My Body is a cage" es un tema que conozco a partir de la versión de Peter Gabriel en "Scratch my back", último disco del genio totalmente dedicado a covers. Acá incluyo la versión original, del grupo Arcade Fire, de Canadá. Chicos "arties" que tocan lo suyo mientras exploran el sonido del ukelele o la zanfona medieval. Trés Chic.
El video no es el original, pero le queda excelentemente bien, debido a su crescendo emotivo. Se trata de las escenas culminantes de "Hasta que le llegó su hora", con Henry Fonda y Charles Bronson. Te acordás hermano, qué western aquellos.

viernes, 23 de julio de 2010

Jeremy Geddes


Heat Death, De Jeremy Geddes (Oleo sobre tabla, 2009)

Este pintor australiano (de Melbourne), que pasa sus días "mezclando pigmentos sobre tablas de madera, tocando la "air guitar" (mímica de guitarra eléctrica) y tomando café", es uno de los más impresionantes artistas hiperrealistas de la actualidad. Probablemente en él el hiperrealismo es un instrumento para expresar ideas surrealistas, de ominosos significados, que ustedes interpretarán por sí mismos al ver parte de su obra en http://www.jeremygeddesart.com

martes, 20 de julio de 2010

Día del Amigo


Aquí no es el “Día del Amigo” porque en México eligieron ignorar a Ramón Bracho o Enrique Febbraro, a favor de ampliar el concepto de San Valentín a “Día del amor y la amistad”, lo cual me parece de una economía innecesaria: una celebración de la ambigüedad.

Ya todos sabemos que los “días de” nacieron de pasteurizar una tradición o de ocurrencias delirantes (como el día del amigo) y luego se convirtieron en oportunidades comerciales. Aun así, El Día del Amigo me cae simpático, porque la amistad me sigue pareciendo una de las pocas utopías realizables. Una fe con pruebas, una idea permanente que nos acompaña desde que descubrimos al otro hasta el día en que nos despedimos de unos pocos.

Lo que ignoraba es que originalmente fue un invento paraguayo, el único que conozco, de hecho.

El Dr. Ramón Artemio Bracho de Puerto Pinasco ideó la Cruzada Mundial de la Amistad en 1958. A partir de esa cósmica idea se fijó en Paraguay el Día del Amigo el 30 de julio de 1958.

En Argentina, por una asociación de ideas que me provoca una gran perplejidad, el Doctor Enrique Ernesto Febbraro, de Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires, creó el Día Internacional del Amigo, a festejarse en cada aniversario de la llegada del hombre a la Luna. Su justificación fue que en aquel momento todo el mundo estaba unido, lo cual encendió su fervor y se puso a trabajar en una correspondencia de 1000 cartas a 100 países, de las cuales obtuvo 700 respuestas. Este odontólogo, profesor de psicología, filosofía, historia y música, fue creador de la Asociación Mundial para el Entendimiento que, por su nula relevancia, aseguró el presente pletórico de malentendidos que gozamos.

Luego de la muerte de Fontanarrosa, humorista gráfico y escritor rosarino, en 2007, apareció una cadena de mails que propuso el cambio de la fecha del Día del Amigo precisamente al 19 de julio, como recordatorio de la desparición de un amigo tangible de los argentinos, o por lo menos más cercano que la misión Apolo 11.

También en 2007, el escritor y periodista César Fuentes Rodríguez propuso que se cambiara la fecha al 24 de julio. Su argumentación es impecable en la primera mitad: la llegada a la Luna representa una especie de concordia humana abstracta lejana a los valores de la verdadera amistad personal… por eso propone que se festeje el Día del Amigo el día del nacimiento de Alejandro Dumas, ya que el tema central de Los Tres Mosqueteros es la amistad (!)

Como verán, la oportunidad de seguir proponiendo cambios de fecha a un evento universal que sólo se festeja en Paraguay, Argentina y Chile, está abierta.

Mientras tanto, en una ciudad que hoy ignora esta emoción, yo saludo desde lejos a los pocos, probados, intensos y siempre presentes amigos de mi vida. Los extraño.


lunes, 19 de julio de 2010

Lunes


Quei lunedi matina, de Pochá (Flickr)

Los lunes son como la salida del cine. Afuera está el mundo de siempre, sin música de fondo.

viernes, 16 de julio de 2010

La generosidad del amor



"El amor tiende un puente de plata al enemigo que huye y deja que se marche la mujer que ya no nos ama. A veces se van juntos".

Alejandro Dolina

jueves, 15 de julio de 2010

"Conmigo o sinmigo"


Durante una semana, hasta ayer, todo argentino fue teólogo, psicólogo, abogado, antropólogo, criminalista, estadístico y militante. Apenas unas semanas atrás dominábamos el arte y la historia de la estrategia futbolística, tanto como hace un año conocíamos al detalle aspectos de la producción sojera, el equilibrio histórico campo/ciudad, las vicisitudes de la agroexportación y la cuota Hilton.

A primera vista podría concluirse que somos el pueblo más culto de la Tierra, pero no es así. Sí el que más “opina”: somos los “doxóforos” (1) de la modernidad.

El derecho a la libre expresión es indiscutible. Todo el mundo puede expresar su opinión, mucho más en la actualidad donde los foros se reproducen al infinito gracias a internet. La opinión contemporánea es ubicua y permanente. Pero el progreso en la libertad de opinión parece haber dejado de lado el deber de formarse una opinión, de buscar respaldarla en investigaciones, no en la imaginación o la creencia (2).

Los medios reflejan la opinión de gente que jamás dice “tengo que pensarlo”, “no tengo los datos suficientes”, “no tengo la menor idea” o “voy a investigar”. Por el contrario, se reproducen apasionadas opiniones donde el entrevistado habla acerca de “lo natural”, “lo divino”, “lo normal”, “lo lógico” y “lo tolerable” con la frescura y autoridad de un profeta. Tampoco dicen, lo cual atenuaría un poco: “según mi humilde opinión”. No, la opinión debe ser apasionada, concluyente, agresiva y universal.

Este es sólo un término del asunto. Una de las bases de lo que, en mi análisis, es un problema. O un síntoma de algo peor.

Desde hace unos años, una vieja tendencia argentina progresa hacia una normalidad peligrosa. Se trata del debate polar, maniqueo, de la configuración necesaria de dos bandos, no más, en pugna permanente. Se ha querido ver en esta práctica la esencia misma de la democracia. Opinión libre y combate (no síntesis) de los opuestos. Todo lo que no es encendido, comprometido, urgente e innegociable, es tibio e inútil. Reaccionario. Conspirativo.

El debate, que generalmente se resuelve en manifestaciones masivas “que ganan la calle” y en debates televisivos poco analíticos, abarca temas diversos, de acuerdo a la agenda del gobernante de turno. Son temas importantes, siempre, pero se los trata con prisa, con aprietes, con escándalo, exhibiendo a los portaestandartes de la opinión que no ilustran demasiado sobre los basamentos de lo que afirman. No hay sutilezas ni puntos medios: la posición es sólida cuando resulta indiscutible. Lo importante es no quedar afuera, abrazar alguno de los dos bandos y convertirse en militante de una convicción forjada en tiempo record. Siempre hay un ganador y un perdedor. Siempre quedan heridos importantes sectores de la sociedad, pero una buena parte de la población festeja, por un día o dos, el éxito de su opinión.

La ley llamada “del matrimonio gay” fue un buen ejemplo de estas peleas de fondo. Por un lado aquellos que postulaban el progreso en el reconocimiento de los derechos civiles de las uniones homosexuales, por el otro aquellos que opinan que la naturaleza, la fe y la prevención del delito desaconsejaban la reforma del Código Civil. No escuché ningún análisis interesante acerca de la historia de los derechos de las minorías, de los límites entre Estado e Iglesia, de las estadísticas sobre delitos sexuales o de la vigencia de la institución matrimonial. Sí fui testigo de declaraciones insultantes de un lado hacia el otro. De demostraciones de ignorancia vergonzante, discursos medievales y desautorizaciones fascistas. El derecho de los homosexuales ganó –personalmente me complace- pero no convenció. No hubo negociación, sino aprietes, ofensas y alaridos. La ocasión merecía mayor información, debate, aclaración y acuerdo; la sociedad hubiera progresado en su conocimiento y comprensión de las diferencias, el final hubiera sido aun más feliz.

El campo, los militares, la oposición, la Iglesia, Uruguay, los medios, la selección son, más allá de instituciones o “colectivos” variopintos, con virtudes y errores, con deudas a pagar y compromisos de futuro, aliados o enemigos. Posiciones triunfantes o derrotadas hasta la extinción. Encarnaciones de lo que nos falta descartar para llegar a nuestro destino de grandeza o conservar por la gracia de Dios. ¿Y cuando se acaben estos enemigos, quién sigue?

Lo que me preocupa es la obligatoriedad automática de tener una opinión como grito de batalla.

Lo que me asusta es comprobar con la facilidad con la cual nuestro pueblo se engrana en discusiones maniqueas sin matices.

Lo que me escandaliza es el escarnio del que piensa diferente y el miedo a pensar diferente.

Lo que me abisma es la creencia forjada por la propaganda de que el eterno combate es militancia, es compromiso, es democracia. Es… progreso.

(1) Platón llamaba así a quienes hacían del falso conocimiento y de la apariencia de sabiduría (doxa es opinión) un medio de lucro personal o de ascendencia social. A estos personajes los denominaba doxóforos, «aquellos cuyas palabras en el Ágora van más rápidas que su pensamiento» (Wikipedia)

(2) Platón reconocía dos grados en la doxa: la eikasia (imaginación) y la pistis (fe o creencia) (Wikipedia)

miércoles, 14 de julio de 2010

Yann Tiersen



Yann Tiersen es un músico multiinstrumentista francés, que alcanzó cierta celebridad a partir de la musicalización de la película "Amélie". Su especialidad es el violín, el piano (incluso el "piano de juguete") y el acordéon, aunque le gusta experimentar con instrumentos poco convencionales y agregarle texturas a su música con la participación de músicos invitados y orquesta.
Como hoy es 14 de julio y Francia es una debilidad en mi vida, tal vez originada en otra vida, este es mi pequeño homenaje.

Impermeable mágico

Famous blue raincoat, de Ezequial (Flickr)

Mi impermeable logra despejar las nubes. Es algo tan misterioso como la capa de la invisibilidad de Harry Potter, pero perfectamente inútil


lunes, 12 de julio de 2010

Orientación vocacional


See you on the other side, de Jasohill (Flickr)

No sé si se sigue haciendo la pregunta obligada que hacían tías y amigos de la familia en nuestra infancia: “¿qué vas a ser cuando seas grande?”. Tal vez sí, pero probablemente haya mutado a una versión más práctica, donde el “ser” se reemplace con el “hacer”. ¿A quién le importa hoy el “ser”?

Tampoco estábamos preparados nosotros para contestar quiénes seríamos, pero había una relación más estrecha entre nuestras ilusiones de ser en el futuro y la actividad práctica que lo contuviera y confirmara.

Yo quería ser aviador. Más bien quería volar. Y contarlo. Pero no fui ni hice eso. Quería pintar, pero hice electrónica (yo no decidía). Quise ser pianista, escritor, y aún quiero ser pianista, escritor y pintor, pero tuve la suerte y luego la desgracia de trabajar en los medios y apenas pude elegir estudiar Historia del Arte.

Fui tan exitoso como fracasado, luché y tuve facilidades portentosas como caídas tremendas. ¿Y quién soy? ¿Tiene que ver con lo que hago?

No tengo una respuesta segura para ninguna de esas preguntas.

Cuando un hijo está a las puertas de decidir su destino, uno debería decirle ante todo que su destino no podrá decidirlo más que en un modesto porcentaje, a pesar de lo que digan las filosofías baratas del turismo espiritual.

Que es conveniente que elija una ocupación que garantice su felicidad al hacerla a diario, lo cual es difícil saberlo cuando sólo se ha ido al colegio a diario hasta ese momento de decisión.

Que todo trabajo es digno, pero hay algunos que son más dignos que otros. Y que la relación entre lo redituable y lo digno suele ser inversamente proporcional.

Que el éxito es un concepto discutible, aunque hoy se relacione exclusivamente con el dinero. El éxito tal vez sea el placer de hacer cada día lo que se ama, aunque todo amor tiene sus altibajos. Y no es necesario ser monógamo en nuestro trabajo.

Que trabajamos para vivir, y que aun sin placer es necesario trabajar, así que es conveniente elegir una profesión lo más tranquilizadora posible en su continuidad.

Que uno quisiera arar la tierra donde los más amados arrojen su semilla. Pero no siempre se puede dejar tierra en heredad.

Que uno no será nada cuando sea grande, que no se empiece a ser desde siempre.

Claro, luego estará la tierra, la sociedad, la época, las relaciones, el cuerpo, la fatalidad, las energías, el amor, y todo aquello que pone a prueba, confirma o trastorna nuestro ser.Tal vez la mejor orientación vocacional esté en advertir sobre la aventurada precariedad de nuestro destino.

viernes, 9 de julio de 2010

Definición: "uruguayo"


Siempre mate, de La Renata (Flickr)

Un uruguayo es un argentino vintage.

Nota: el de la foto es Joan Fernández, fabricante de tambores para candombe. ¿Puede haber alguien más uruguayo?

jueves, 8 de julio de 2010

Lo razonable




"Lo que la mayoría de la gente considera ´razonable´ es aquello sobre lo que hay acuerdo, si no entre todos, por lo menos entre un número considerable de individuos; para la mayor parte de la gente, ´razonable´ no tiene nada que ver con ´razón´, sino con acuerdo".

Erich Fromm

miércoles, 7 de julio de 2010

Spleen


Depurar, de Plateada (Flickr)

Hay días en que la vida es un papel en blanco

que permanecerá blanco;

días en que la bruma es el único paisaje

y los sueños se duermen, luego de rendirse.


martes, 6 de julio de 2010

Elizabeth Fraser



De Escocia e Irlanda provienen algunas de las voces femeninas más hipnóticas. En el caso de Elizabeth Fraser, escocesa, el folklore celta no sería lo suyo sino el estilo más contemporáneo y original de Cocteau Twins. Como en el caso de Lisa Gerrard, su estilo vocal no reconoce un lenguaje convencional, sino una jerigonza hecha de "sonidos subjetivos y texturas de emociones verbalizadas".
Fuera de Cocteau Twins colaboró con distintos músicos, desde Massive Attack (su "Teardrop" fue memorable) hasta Peter Gabriel, Craig Armstrong o Yann Tiersen. Su disco solista es una rareza difícil de conseguir.
Liz Fraser, la etérea, la "Divina" (de acuerdo a sus fanáticos), canta como se escuchan los sueños.