lunes, 28 de febrero de 2011

órale...


"Si la letra con sangre entra, el país ha de estar leyendo mucho"

de la campaña de Librerías Gandhi.



Ayer Potencia, hoy Feliz


El Cristinismo lanza su proyecto de la "Argentina Feliz". ¿Será una cajita con Boudous de plástico acompañando una milanesa popular?


jueves, 24 de febrero de 2011

La ofensa


"La idea es que para que haya una ofensa tiene que existir un concepto equivocado de la dignidad: sólo hay ofensa si se ignora que la dignidad es una ficción, un eje más de las ruedas del teatro del universo.
Así es, si así nos parece. El mundo es una ilusión, un escenario en el que todos tenemos frases que decir y un papel que representar. Cierta clase de actores, al reconocer que están en una obra, seguirán actuando a pesar de todo; otra clase de actores, escandalizados de descubrir que están participando en una mascarada, tratarán de irse del escenario y de la obra. Los segundos se equivocan. Se equivocan porque fuera del teatro no hay nada, ninguna vida alternativa a la que uno pueda incorporarse. El espectáculo, al igual que el teatro kafkiano de Oklahoma, es, por así decirlo, el único que hay en la cartelera. Y lo único que uno puede hacer es seguir representando su papel, aunque tal vez con una nueva conciencia, una conciencia cómica."

Enrique Vila-Matas

miércoles, 23 de febrero de 2011

Fotos viejas


De la serie "Tales from the Story Teller", de Michael Vincent Manalo (photographyserved.com)

Una de las dimensiones más desconcertantes del pasado es aquella habitada por quienes hoy son cercanos y entonces eran ajenos.

Causa cierto vértigo pensar que todas las posibilidades de encuentro estaban en contra; todo encuentro es un milagro. Pero, de la misma manera, todo encuentro es anacrónico. Especialmente a una edad donde el pasado se agiganta y se cataloga como una serie infinita de oportunidades perdidas.

La pequeña arqueología familiar aporta fotos, con peinados raros y cielos que viran al turquesa. El pecho se vacía ante lo irremediable: no estuve allí, como querría ahora. No está, como se cree, en el futuro el gran desencuentro.

Los ojos amados miran a otras personas, mientras ignoran la tragedia que me agobia: me perdí gran parte de tu vida.


martes, 22 de febrero de 2011

Autoafirmación positiva


de la serie "my **** dreams", de Michal Giedrojc (photographyserved.com)

La vida me sonríe. Y yo hago de cuenta que no veo lo que tiene entre los dientes.

martes, 15 de febrero de 2011

Envejecer


De la serie Nro. 2, de David Galstyan (photographyserved.com)

Envejecer es extrañar.

jueves, 10 de febrero de 2011

The Irrepressibles



Normalmente no incluyo música que represente mi estado de ánimo del día. Menos frecuentemente recomiendo temas que acabo de descubrir. Pero hoy hago una excepción a estas dos reglas no escritas.
The Irrepressibles es una extraña formación orquestal londinense de 10 miembros, que hace una música que puede definirse por sus proximidades o influencias. Me niego a denominarla "Pop de Cámara", como sugiere Wikipedia, entre otras categorías como Ambient, Alternative u Orchestral. Tiene cosas de Antony & the Johnsons, sin duda, pero la autolimitación de Antony Heggarty a los instrumentos de cámara se vuelve aquí orquestal y teatral.
The Irrepressibles fue amor (dolor) a primera vista.


miércoles, 2 de febrero de 2011

Puppet show


de la serie Portfolio One, fotografía de Ross Freighery (photographyserved.com)

No me importaría ser un títere algunas horas por día, una verdadera marioneta sin cerebro ni corazón. Pero eso sí: el titiritero debe ser genial.

martes, 1 de febrero de 2011

Amy Hill

Dos mujeres con llaves, óleo, de Amy Hill


Basada en la iconografía de la pintura flamenca del siglo XV y en Rafael, Amy Hill desarrolla escenas de la vida cotidiana en New York.
El encuentro entre la imagen tradicional y lo contemporáneo adquiere una tensión que oscila entre el chiste y la inquietud. En este caso, el título alude al encuentro entre una mujer que extiende dos llaves y otra que parece darse vuelta a recibirlas. Los elementos iconográficos (la posición de los personajes, la paloma, la ventana, hasta la fuga del piso) nos remiten inmediatamente a una Anunciación clásica.
La experiencia interesante sería preguntarle a un adolescente sin mucha información sobre arte renacentista acerca de lo que ve. No vería una Anunciación, seguramente. Amy Hill, ¿cita para que recordemos, para resaltar el olvido, o para acabar de una vez por todas con la pintura clásica en una humorada? Habría que preguntarle.