Amaré a quien lo merece con la dedicación que merece:
(prefiero una versión del amor que sea más arte que locura)
Reuniré mis fantasmas para poder reunir lo amado disperso.
Entrenaré la magia de poner al tiempo y el espacio a mi favor.
Hablaré aun menos, y diré mucho más.
Escribiré como si de mí dependiera el recuerdo de una época.
Trabajaré como si de mí no dependiera la prosperidad de una época.
Estaré atento:
los milagros se esconden detrás de nuestras sombras.