Confieso que no soy de esas personas obsesivas con los zapatos. No es mi prenda preferida (sí las camperas o chamarras) ni tampoco de los que andan con agujeros en la suela.
Pero cuando vi esta caja de lustrado de Turms (empresa italiana con sede en Montegranaro), inmediatamente quise tenerla. Debe ser porque me gustan más las cajas que los zapatos. Sale 450 dólares, y no tengo la menor idea de dónde se puede conseguir.
En México "lustrar" los zapatos se dice "bolear", y a la "pomada": "grasa"; acotación lingüística al margen, para el pequeño diccionario argentino-mexicano.