lunes, 28 de marzo de 2011

Más que mil palabras



¿Cómo explicar esta foto? A ti que la ves aquí en México, en España, si aún no la habías visto en Argentina. No puedo explicarla. Pero sí puedo darte elementos.

El contexto: La foto fue obtenida en Buenos Aires, en las inmediaciones de la Plaza de Mayo, en ocasión de la manifestación popular en memoria y repudio del 24 de marzo de 1976 en el llamado "Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia". Recuerdo, para aquellos que no lo tengan presente, que en esa fecha asumió la dictadura militar luego de un golpe de estado (autodenominado Proceso de Reorganización Nacional) que a lo largo de casi 7 años cobró la vida de decenas de miles de personas, convocó a una guerra fallida y destrozó la economía nacional. Sus efectos sobre la cultura, la dignidad y el progreso de una Nación fueron devastadores. Podría ampliarse este contexto diciendo que en el actual período de gobierno y el anterior se activó la memoria de esta fecha y la investigación y castigo de los culpables que habían quedado favorecidos por medidas anteriores de amnistía.

Los personajes: Hay tres cartones con fotomontaje. En el que está más cerca de la cámara se ve a la actriz y conductora de TV Mirtha Legrand, con un gorro de militar. En el segundo, el periodista Mariano Grondona con el mismo disfraz. Hay un tercero que no se alcanza a ver con claridad. Por encima de sus cabezas está grabada la palabra "cómplice". Se ha dibujado un blanco alrededor de sus rostros, posiblemente para incitar a que se les arroje algo en señal de desprecio. Ellos son acusados por tener opiniones favorables al Proceso y son conocidas sus posturas adversas al actual gobierno. Los niños que se acercan posiblemente hayan interpretado que eran blancos para escupir, lo cual está clarísimo en el caso del niño en segundo plano. Atrás, una audiencia entusiasta de jóvenes, se divierte y festeja la ocurrencia. Desconozco si las figuras-blanco fueron puestas ahí por alguna corriente política o social.

La fotografía tiene un inmenso poder como vehículo de ideas, por lo cual se la ha usado tanto como material propagandístico. De ella se puede decir que es inexplicable sin un contexto, pero jamás se podrá decir que es falsa -siempre y cuando no se la altere, lo cual es muy sencillo hoy en día-.

Si esta foto no fue alterada, es un recorte muy expresivo de un momento y de una idea. No sé si expresa la opinión de un gobierno o una sociedad. Pero allí está. Para unos será la legítima expresión de la indignación de un pueblo al que se le ha devuelto la memoria acerca de sus enemigos reales. Para otros será un acto de propaganda política digno del peor fascismo o stalinismo. Para muchos otros, que quieren permanecer afuera de la polaridad que se ha instalado en mi país, es una foto triste.

En lo personal, no me gusta que los niños sean empujados a humillar la imagen de alguien a quien ni siquiera conocen y no pueden juzgar.

No me gusta que la memoria enaltezca la revancha y el odio, la descalificación por sobre el debate, porque así nacen las listas negras.

No me gusta que los enemigos del pueblo anden libres si tienen causas con la justicia y, si no las tienen, que alguien demuestre que son enemigos por la vía legal.

No me gusta lo que veo de lejos. De la misma manera que no me gusta verlo de lejos.