martes, 16 de marzo de 2010

El sueño de la razón produce monstruos (freak show)


En la escena musical no existe una única forma de alcanzar notoriedad. No todos se convierten en celebridades a partir de sus excesos, su bondad planetaria ni su muerte prematura. Ni siquiera a través de su presencia hiperregistrada por los medios. Algunos, especialmente en el oscuro mundo de los amantes de lo gótico, se vuelven leyendas precisamente por todo lo contrario: por la omisión de su presencia.

Dos casos me parecen extremadamente interesantes porque, además de su obra musical, han manejado su figura como magos de lo oculto, excitando la ilusión de aquellos a quienes les fascinaría que existiesen vampiros en realidad, más interesantes que Robert Pattinson, lo cual no es difícil.


Anna-Varney Cantodea es el líder [y único miembro (a medias) conocido] deSopor Aeternus & the Ensemble of Shadows, en actividad desde 1989 en Frankfurt, Alemania. Cultor de lo que llegó a llamarse “introspección exhibicionista”, ha hecho de la ambigüedad, la contradicción y el sarcasmo un marco para ofrecer su necrófílica experiencia de la vida (y de la muerte). Su nombre real es desconocido, así como su aspecto bajo la capa de maquillaje y disfraces que lo transforman. “Varney” proviene de la novela de vampiros “Varney el vampiro o el festín de sangre” y “Anna”, perche le piace, ya que coquetea con la idea de transformarse en mujer (sin cirugía) o en un ser a medio camino, integrador de ambas sexualidades. Aunque no hay ninguna vitalidad en su idea, porque el sexo no es más que otra fantasmagoría del mundo de los hombres. El resultado es una especie de monstruo andrógino que compone para sí mismo basado en sus experiencias depresivas y alucinadas, no exentas de cierto humor. Jamás toca ante “seres humanos” ni concede entrevistas que no garanticen su absoluto anonimato. The ensemble of shadows es precisamente eso: un grupo de músicos en las sombras, tal vez variable, pero jamás revelado. La música de este personaje está dentro del abanico del dark wave, con momentos sinfónicos, de inspiración medieval, electrónicos, siempre bastante fúnebre, con algunos picos épicos muy interesantes. La gráfica de sus ediciones es exquisitamente cuidada, con fotomontajes y un diseño gráfico que vale la pena explorar. El tema a continuación es, tal vez, el más simpático de su producción.




Mr Doctor es el líder de Devil Doll, agrupación de rock gótico sinfónico, por llamarlo de alguna manera. Parte de los músicos que la integran son venecianos y otros -especialmente una agrupación sinfónica- eslovenos. El tal Mr. Doctor, de origen presuntamente esloveno y padres venecianos, tiene paradero desconocido (cada año se echan a rodar rumores sobre su muerte) ha hecho de su misteriosa vida una verdadera leyenda. Se le atribuyen estudios de Criminología y Filosofía, coctel del cual surge una poesía rebosante de oscuridades, decadencias y descomposiciones. Se conoce su rostro, aunque no su nombre. Luego de una nefasta presentación de su obra Sacrilegium en TV (¿imaginan esta música en la RAI?) se ha negado a dar entrevistas y a actuar en vivo. Su estilo de expresión vocal es conocida como sprechgesang, una técnica que consiste en hablar y cantar haciendo voces diferentes, lo que en conjunto suena como alguien experimentando una posesión. Las particularidades de Mr. Doctor llegan al punto en que el primer trabajo de Devil Doll, The mark of the beast, sólo se editó en una copia, en 1988, que Mr. Doctor guarda para sí. El mismo año sacó The Girl who was… death, de cuyas primeras 500 copias, 150 fueron repartidas entre el público de la segunda función en vivo y el resto destruidas en casa. Las copias repartidas estaban autografiadas por Mr. Doctor, con sangre según la leyenda. A Mr. Doctor pertenece la frase: "Cuanto más domine la razón a un hombre menos probable es que acceda a la grandeza. Pocos pueden acceder a la grandeza –y ninguno al arte, si no están dominados por la ilusión."