Teléfono por la ventana, de Sordojr (Flickr)
Odio esos contestadores telefónicos como jardines de senderos que se bifurcan y terminan en un tono de ocupado. Aeroméxico me propone una y otra vez una pequeña aventura con final abierto, en varios pasos amables e inútiles.
Algunas historias de relación son así. Múltiples opciones que conducen a terrenos conocidos, de esperanzas vanas.