lunes, 31 de enero de 2011
La frase
viernes, 28 de enero de 2011
Dream Theater
jueves, 27 de enero de 2011
Regla de Oro
Los Tres Monos Sabios o “sanbiki no saru” son la representación icónica de la “Regla de Oro”, probablemente originada en China en el siglo VIII y luego popularizada en Japón. Según esta regla, hay virtud en “no ver el mal, no escuchar al mal, no hablar del mal”. El punto de vista oriental, presente en el Budismo y Confucionismo, afirma que aquello que consentimos en hacer presente en nuestros sentidos, se fortalece y expande. Incluso hay un cuarto mono en algunas representaciones, de brazos cruzados, que representa la idea de “no hacer el mal”.
En occidente, la regla de oro se tuerce hasta desfigurar por completo la idea original. En Italia, “non vedo, non sento, non parlo” expresa la “Omertá” o código de silencio, Regla de Oro (o de sangre) sobre la que se basa la organización de la Mafia, Camorra o N´Drangheta. En este caso, más que una postura de purificación espiritual, se trata de una actitud prudente ante las amenazas del delito y la corrupción, que termina configurando sociedades asustadas, pasivas y cómplices.
Hay sucesos cotidianos que nos ponen frente a una decisión de sentido. Todos los problemas se reducen a su definición, diría un lógico. Prudencia o complicidad, ecuanimidad o pasividad, distancia o huída, no intervención o abandono, los grandes dilemas morales y de acción terminan siendo sometidos a una interpretación oficial que a menudo está en crisis con la propia.
Ya lo decía el pálido danés: “Ser o no ser, he ahí el dilema. ¿Qué es mejor para el alma: sufrir los dardos de la insultante fortuna o levantarse en armas contra el océano del mal y, oponiéndosele, acabar con él?”
Todo está escrito, pero el dilema es siempre nuevo.
miércoles, 26 de enero de 2011
Out of Office
¿Cuál es la diferencia entre el trabajo y el ocio ? Sin duda, me dirán que los límites están claramente delimitados. Además de estar diferenciados por tareas o actividades, se diferencian por contextos. Al contexto lo determina el lugar y la gente. Pero, ¿qué pasa cuando los límites entre el ocio y el trabajo se desdibujan? ¿Cuando la vida privada y la vida laboral se mezclan?
Hay una creencia bastante difundida de que si uno se lleva bien con sus compañeros de oficina, el trabajo es mucho más placentero. Es probable que así sea. Pero, inducir un clima de “amistad” en un ambiente laboral ya es un desafío innecesario.
Semejantes reflexiones surgen a partir de un “staff meeting out of office” planteado por mi jefa la semana pasada. El viernes , la oficina completa se vio obligada a asistir a una jornada de esparcimiento en una isla del Delta. Bikinis, shorts, zungas, pelotas de volley, mate y guitarra en un encuentro poco espontáneo y algo incómodo para la mayoría. Incomodidad que, supongo, viene dada por la confusa mezcla de vida privada y vida laboral. Uno suele estar en ojotas y traje de baño con sus amigos o familia , no con sus compañeros de trabajo. De golpe nos vimos barrenando olas de río con mis colegas que, mientras contaban cuántos barcos pasaban, relojeaban los traseros de sus compañeras en este nuevo contexto.
Todos se esforzaban por parecer despreocupados, relajados y amistosos. Algunas mujeres mostraban sus cachas al sol como desafiando cualquier comentario que alguno pudiera hacer sobre ellas. Otras, más tímidas, se aferraban a sus remeras y afirmaban que no hacía tanto calor, mientras disimulaban la transpiración de sus sienes. Cualquier opción daba para el comentario posterior. “Gorda” o “reprimida” serían los calificativos según la decision tomada.
Con el correr de las horas, el grupo se iba aflojando. Y se empezaron a ver postales tales como un jefe en zunga saltando tras una pelota, o una empleada pasando bronceador por la espalda de su superior.
No podian faltar las cámaras que inmortalizaron el momento… Porque uno podía relajarse ahi… pero , qué hacer con la infinidad de fotos robadas que empezaron a circular por las carpetas públicas del trabajo. Cómo seguir relajada mientras tus compañeros de oficina hacen zoom sobre tu culo en bikini. Cómo no analizar a pantalla completa cuán dotado está el jefe que se animó al mini short.
“Dicen que son todas un desastre”, fue el simpático comentario de uno que se quedó con ganas de ir… “Barbie fue la revelación. Mirá la petisa en tanga eee..” “Qué bueno que Nana no tenga complejos con lo deforme que es…” “Renata no se relajó. No se sacó nada…” Todo esto mientras no paraban de caer mails en cadena agradeciendo por tan bonito día y solicitando el poco original “¡que se repita!”.
Definitivamente, hay límites que no deberían cruzarse. Contextos que no deberían mezclarse nunca. Ni siquiera con la excusa de mejorar el clima laboral.
Gaby
martes, 25 de enero de 2011
A favor de la ilusión
El no ilusionarse para evitar desilusiones posteriores me parece una de las más torpes certezas de la mentalidad calculadora/práctica/realista. No equivale a una actitud prudente sino a una derrota anticipada, mejor dicho: a una derrota permanente, porque aquel que evita ilusionarse vive en la desilusión.
La ilusión tiene en su definición misma la naturaleza de “engaño de los sentidos o construcción de la imaginación” tanto como la de “esperanza de un cumplimiento atractivo”. Es un oasis puesto en nuestros ojos por el deseo.
Desde hace un par de siglos tratamos de discernir con precisión quirúrgica entre la vida “real”, definida por sus coordenadas matemáticas, y el mundo interior, que ha ocupado el lugar del “gran engañador” medieval. El discurso de los hombres serios pretende la pulcritud de la página de un naturalista, que toma nota precisa de la forma de las dicotiledóneas y los hábitos de los maoríes. Simulan ser mentes sin la distorsión de una psiquis imaginativa y caprichosa. Sin embargo, esos hombres serios suelen diseñar los oasis más oscuros, consciente o inconscientemente.
La ilusión es el dibujo de una conciencia que se piensa viviente en el futuro. El plano que se corrige en sus detalles cada noche antes de dormir, en cada pausa del trabajo inerte, en cada arrebato de conciencia. La ilusión es proyecto y plan, no encandilamiento.
Me confieso un ilusionador (raramente un ilusionista, las más de las veces un iluso) sin restricciones, sin temor a la desilusión, a la que también abrazo en sus oscuras revelaciones.
Sólo la ilusión desbocada forja futuros diferentes. No sé si tenga el poder que le atribuyen los perseguidores de fuerzas invisibles. Lo que sé es que si uno se rinde a ella, la vida resplandece allí donde sólo había grises evidencias.
jueves, 20 de enero de 2011
Deseo instantáneo 01
miércoles, 19 de enero de 2011
Blue Week
martes, 18 de enero de 2011
Tener razón
Todos queremos tener razón.
Necesitamos tener razón.
En una vida llena de oportunidades perdidas, el tener razón es el premio consuelo de todos los fracasos, la certidumbre de que lo que no nos otorgó la suerte, la razón pudo preverlo.
En un mundo configurado en la bruma, lleno de incertidumbres, tener la razón nos devuelve la fe en una verdad subyacente, aunque indemostrable y huidiza.
Los poderosos no se muestran muy interesados en tener la razón, porque descuentan que ya la tienen y la imponen como la única posibilidad. El resto de la gente discute por su pequeño espacio de sentido: si tiene la razón, ha podido entender algo. Aunque la mayor parte de las veces, sólo ha acomodado algunos datos de la realidad a medida de su construcción mental. Se ha perdido de casi todo, pero prefiere no pensar en eso.
Yo no quiero tener razón, aunque paradójicamente no pueda evitar afirmar mis razones. Yo quiero seguir curioso en el misterio, sensible al asombro y permeable al sinsentido.
Yo cambio, gustoso, toda la razón que los demás necesiten tener por todo el gozo sin razón que les haya pasado inadvertido.
El tiempo es lo de menos
jueves, 13 de enero de 2011
Vacunas contra el Mal
Monterrey, NL.- La vacuna contra las adicciones, en estudio en el Instituto Nacional de Psiquiatría, es de las más avanzadas en el mundo y podrá comercializarse en un lapso de cinco a 10 años, dijo aquí el secretario de Salud federal, José Angel Córdova.
Tras una gira de trabajo por Nuevo León, en conferencia de prensa, el funcionario federal abundó sobre el tema planteado ayer por el presidente Felipe Calderón ante el Consejo Nacional Contra las Adicciones.
'-El Ejecutivo federal- nos instruye a invertir en una nueva Encuesta Nacional de Adicciones este mismo año y a impulsar el desarrollo de la vacuna contra las adicciones que se está haciendo en el Instituto Nacional de Psiquiatría', mencionó.
'Es verdaderamente una de las más avanzadas en el mundo, una vacuna contra la adicción a la cocaína, a la heroína, a la morfina, a las metanfetaminas y a la nicotina'.
'Esto va a tardar entre cinco y 10 años para que sea una vacuna comercializada, ya están pasando a la fase de investigación en humanos, son de las vacunas más avanzadas en fase experimental en el mundo hasta ahora', señaló.
Actualmente el biológico en ciernes 'está en fase experimental en animales, es contundente el efecto que tiene para disminuir las sensaciones que tiene un adicto cuando usa una droga', indicó Córdova.
'Se inyecta la vacuna, cuando usa la droga ya no siente nada, entonces eso va haciendo que se desprenda de la droga, por otro lado, esa vacuna cuando se aplica y un adicto se toma una dosis letal de la droga, ya no se muere, entonces también protege del daño agudo cardiovascular', explicó. (…)
De Milenio.com (13/01/11) (Los destacados en negrita son míos)
Me interesa más especular sobre las aplicaciones de esta droga, perdón, vacuna maravillosa.
Si el objetivo es terminar con el narcotráfico (aparentemente también con las tabacaleras) la vacuna debería ser de aplicación obligatoria. Si yo fuese un drogadicto, sería improbable que vaya a comprar la vacuna en forma voluntaria. Si me atrapasen drogándome me la aplicarían en la delegación, que tendría apartados sanitarios al efecto. Pero no: pienso que no resistirían la tentación de vacunarnos obligatoriamente. El control efectivo es masivo o no es.
Supongamos otra vez que esta vacuna tiene éxito, luego de haber sido aplicada a todo ciudadano mayor de 12 años. Nadie se drogaría, porque no sentiría nada, o una aversión extrema que lo llevaría a dejar de comprar droga y/o tabaco. Los narcos deberían reorientar su negocio hacia países del tercer mundo que no tienen dinero para vacunas, pero, ay, tampoco para comprar droga. Se fundirían seguramente, o trabajarían en nuevos estímulos contaminantes, como videojuegos inmersivos, sexo virtual o alguna droga de diseño nueva. Las tabacaleras transformarían su negocio hacia el rubro de los combustibles no contaminantes o los cereales para el desayuno. Un mundo feliz.
En ese mundo feliz, no tardaría el gobierno (el que sea) en pensar que hay otros males que afectan a la salud pública, tales como la obesidad, la homosexualidad, el alcoholismo la reflexión o el disenso. Bueno, los dos últimos fueron agregados míos algo maliciosos.
Vayamos a la obesidad, que tanto preocupa a nuestros gobernantes. Debería ser muy sencillo desarrollar una vacuna que bloquee lípidos o azúcares. En este caso la obligatoriedad ampliaría el rango etario. Habría que empezar con niños de 4 años. Para el alcoholismo, del cual no tengo mucha seguridad acerca de si resulta indeseable al poder o todo lo contrario, la solución también sería sencillísima.
La Iglesia vería con muy buenos ojos que se desarrolle una vacuna contra la homosexualidad, o al menos contra el goce sexual pervertido, ya que el Papa dijo que ser homosexual no es pecado, pero practicar sí. Los laboratorios y gobiernos tendrían en el Vaticano un inversor entusiasta.
Y así podríamos ampliar la lista de males de nuestra época hasta el límite de la paranoia de cada uno. A grandes males, grandes remedios. ¿Habrá vacunas contra la corrupción, la mentira o la violencia?
Más allá de la ironía, mi conclusión es que el Poder no sueña con un mundo sano, sino con un mundo controlado. De ahí que los mensajes de Salud Pública se parezcan tanto a las especulaciones de Huxley en Un Mundo Feliz. Las vacunas que nos protegen de nosotros mismos, así como las aduanas que nos despersonalizan, la televisión que propone idioteces, la política que nos deja afuera, los capitales que arrasan con todo, no son más que tendencias fácilmente verificables en su crecimiento, pérdidas de la libertad cotidianas que parecen irreversibles.
miércoles, 12 de enero de 2011
Istvan Sandorfi
martes, 11 de enero de 2011
Curtis Stigers & The Forest Rangers, Fondo de títulos de "Sons of Anarchy"
Esquizomancia
lunes, 10 de enero de 2011
Eterna
Yo creía que venía dada por la vida como saltar la soga, Caperucita Roja o las canicas. María Elena Walsh nunca había nacido, ni sus canciones, sino que existieron desde siempre. Y eso me tranquilizaba.
Fue una sorpresa para mí que en México no la conocieran, ni que nosotros conozcamos a Cri Cri, su equivalente mágico.
Es sencillamente inimaginable crecer sin haberla leído o escuchado.
Como creerla muerta hoy.